lunes, 22 de febrero de 2010

LA HIPÓTESIS FANTÁSTICA

Hoy vamos practicar una imaginativa técnica de Gianni Rodari que consiste en desarrollar una historia partiendo de esta pregunta: ¿Qué pasaría si...?. Es decir, debéis escribir una historia partiendo de una de las hipótesis fantásticas que se plantean.

Por ejemplo, podían ser éstas:

• ¿Qué pasaría si al abrir la puerta te encontraras con un cocodrilo que te pide un poco de perejil?
• ¿Qué pasaría si al despertarte te hallaras dentro de un zapato?
• ¿Qué pasaría si desapareciera de repente todo el dinero del mundo?
• ¿Qué pasaría si te eligieran rey por una semana?
• ¿Qué pasaría si notaras que te están saliendo alas? …


El hombre invisible


Una mañana de domingo, al despertar, como casi todas las mañanas fui al servicio, pero cuando me miré en el espejo al lavarme los dientes, solo podía ver el cepillo de dientes flotando en el aire. Tras el sobresalto, descubrí que en el espejo solo se veía mi ropa. Bastante asustado, fui a despertar a mi novia, pero ella tampoco me veía. Podía oírme e incluso tocarme, pero no podía verme. Entonces decidí, ya que era veranito y hacía bastante calor, quitarme la ropa para que nadie pudiera verme. Me acerqué muy poquito a poco a mi gato por la espalda y cuando menos se lo esperaba, le di tal susto, que se le puso el rabo como un plumero. El pobre Foter, me podía oler, pero no me veía.

Lo que más ilusión me hizo es el poder salir sin tener que afeitarme. A continuación se me ocurrió irme a dar una vuelta con el coche. Puse la música a toda ostia y me di una vueltecilla por las calles más céntricas. Os podréis imaginar las caras de la gente al ver pasar al “coche fantástico” y al escuchar a “kit” hablando. Unos minutos más tarde me encuentro un control de nuestra policía local, escondidos como siempre tras una esquina. Uno de ellos me dio el alto en plan vacilón, pero la cara se le cambio al ver que nadie conducía el vehículo. Tras aparcar el coche, procedí a darles mi documentación y la de mi coche explicándoles al mismo tiempo que esa mañana, me había despertado invisible. El más chulillo de ellos pretendió multarme por ser invisible, pero afortunadamente, la invisibilidad, no está contemplada en el código penal como delito o falta con motivo de sanción. Decía que si por avería o por alguna otra cuestión tuviera que salir de vehículo en plena carretera, la gente no me vería y podría causar un accidente. Yo le respondí que para eso tenía mi chaleco reflectante correctamente homologado al igual que mi triangulo de señalización.

Afortunadamente, me dejaron ir, eso sí, con una cara de mala hostia que no veas. Me disponía a montarme en mi coche para continuar mi vueltecita, cuando uno de ellos me dio el alto: ¡Que va usted en pelotas!

¡Mierda!, al final me multó por escándalo público.

LA TRAMA, EL NUDO

En las actividades anteriores, hemos escrito distintos principios y finales de una hipotética historia. Nos queda el nudo, el desarrollo del relato.

Ahora toca desarrollar la historia. Para ello, podéis probar con distintos géneros. Elegid de la siguiente lista, el tipo de relato que queréis escribir. No os asustéis, sólo debéis escoger una opción...


- Relato policiaco.
- Relato humorístico.
- Relato erótico.
- Relato histórico.
- Relato psicológico.
- Relato de aventuras.


Recogieron a Marta y se unieron al resto de la pandilla, Noelia, Paco, María, Sandra y Dani. Todos eran compañeros de clase, menos Dani que era pareja de Sandra. Cogieron el autobús que les dejó en medio de la carretera para hacer el resto del trayecto a pie. La idea era remontar el río, pasar el embalse y buscar una zona bastante escondida en mitad de un inmenso bosque. Marcos conocía bastante bien la zona, ya que desde siempre le había encantado la escalada y la montaña. Estuvieron andando más de tres horas hasta llegar al embalse. Como llegaron bastante acalorados decidieron hacer un alto para comer algo, descansar y darse un baño en aquel hermoso paisaje. Había un par de pequeñas cascadas provocadas por dos arroyos que iban a parar al embalse. Aún les quedaban un par de horas de caminata así que decidieron proseguir la marcha. Marcos y Marta fueron juntos charlando durante esta segunda etapa del trayecto. A Marcos siempre le había gustado Marta, desde que iban juntos a la escuela, pero era ahora, cuando iban al instituto cuando parecían estar haciendo buenas migas. A media tarde llegaron a ese claro en el bosque que a Marcos tanto le gustaba. Era el lugar perfecto para establecer el campamento. Se pusieron manos a la obra, a montar las tiendas, buscar leña para la fogata y a preparar la cena. Marcos le dijo a Marta que si le gustaría dormir con él en su tienda, Marta respondió que encantada.
Una vez establecido el campamento, después de cenar y una vez de que Luis sacara las botellas de whisky, llego el momento que a Marcos más le gustaba, el de contar historias de terror a la luz de la hoguera. Marcos decidió contar una leyenda de la zona que su padre le había contado cuando era niño. La verdad es que según le habían contado, esta leyenda tenía parte de cierta. La historia trataba sobre las extrañas desapariciones de excursionistas en aquella zona. Al parecer, el denominador común en todas era una espesa niebla que aparecía y que podía hacer que el más experto en orientación se perdiera por completo. Según los relatos los excursionistas que desaparecían, jamás eran encontrados. No aparecían los cuerpos y su rastro se perdía siempre cerca del río. A los tíos no les pareció nada aterrador, pero a las tías si,en especial a Marta. El principal objetivo de Marcos al contar la historia era aterrar a Marta, para poder dormir los dos pegaditos.
Al final al apagarse la hoguera, todo el mundo se fue a dormir. No pasó nada esa noche entre Marcos y Marta, pero a él le encanto que ella se quedara dormida en sus brazos.
En mitad de la noche Marcos salió de la tienda para mear, y para su sorpresa, se encontró una niebla extrañamente espesa que no le dejaba ver a más de medio metro de sus narices. No le dio más importancia y volvió a la tienda. Le costó pegar ojo ya que no dejaba de oír extraños ruidos a lo lejos.
A la mañana siguiente fue el primero en levantarse para reavivar la hoguera y preparar café. Una vez despiertos se dieron cuenta de que María, Dani, Sandra y Paco, no estaban. No le dieron importancia porque pensaron que estarían bañándose en el río, pero aún así Marcos salió a buscarlos. Fue hasta el río y desde allí hasta el embalse, pero no encontró a nadie. Volvió al campamento y aún no habían vuelto. Les dijo a los demás que esperaran allí mientras él subía a la montaña a echar un vistazo. Marcos se quedó aterrado al encontrar el gorro de María y un rastro de sangre. Siguió subiendo a toda prisa pero no encontró a ninguno de ellos. Empezaba a anochecer y decidió volver a toda prisa, un tanto inquieto viendo como una densa niebla bajaba de la montaña y parecía perseguirlo. Llegó al fin al campamento un poco más aliviado pero su preocupación aumento al ver que sus compañeros aún no habían regresado. Marta y Noelia estaban bastante asustadas y para no preocuparles solo le contó lo de el gorro a Luis.Intentaron llamar con los telefonos moviles, pero ninguno tenía cobertura. Ambos decidieron que sería mejor echar la noche allí y a primera hora de la mañana volver y dar parte a la guardia civil. No podían volver en plena noche, se podían perder o tener un accidente. Le contaron el plan a sus parejas y se fueron a dormir.
Marta se quedó dormida, pero Marcos no pudo pegar ojo. No dejaba de oír esos extraños ruidos y gritos en la lejanía. Estaba bastante asustado pero aún así bajo la cremallera de su tienda y allí estaba, de nuevo esa horrible y espesa niebla.
Nada más clarear, salió de la tienda y fue a buscar a Luis y a Noelia, pero para su sorpresa y horror, no estaban. Despertó a Marta y se lo contó todo. Ambos estuvieron llamando a sus amigos a voces durante más de media hora sin obtener respuesta así que pensaron en recoger lo imprescindible y volver con la luz del día para avisar a la guardia civil y contarles lo ocurrido.
Tomaron el mismo camino que hicieron para subir, pero el camino parecía diferente. Aunque iban siguiendo el río hacia abajo, nunca llegaban al embalse....